Recientemente, el papel que desempeñan los esquemas de certificación en la protección de los bosques ha sido blanco de los medios de comunicación. Varias ONG han emprendido campañas contra la certificación, al publicar en la actualidad reportajes públicos que han recibido mucha atención. Los reportajes centraron la atención en la incapacidad percibida de manejar los desafíos ambientales en los bosques, principalmente en países donde las leyes o su aplicación no son particularmente severas.


Ante todo, el FSC trabaja para lograr el mismo objetivo que las ONG ambientales y los activistas. Todos queremos proteger nuestros bosques y asegurarnos que continúen proporcionándonos los beneficios tangibles e intangibles a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros nietos.


Un aspecto de las recientes campañas ha sido una narración negativa – dirigida al FSC en particular – afirmando que las “medidas” existentes empleadas para impulsar la sostenibilidad en los mercados dejaron de funcionar. Reconocemos las crecientes inquietudes de esos activistas e incluso, entendemos su meta primordial.


Es doloroso ver áreas de bosques aprovechadas de forma no sostenible o que claramente infringen las leyes. Aunque no somos una organización activista tradicional, sí apoyamos a los activistas en su empeño por leyes más estrictas. Es por esta razón que, en 2020, apoyamos activamente la campaña y promovimos reglas más estrictas en la legislación Europea.


Hacer que los mercados sean más transparentes y responsables


Un impulsor clave para la fundación del FSC fue la falta de acción global por parte de gobiernos y organizaciones internacionales, al ir aumentando las presiones ambientales, sociales y económicas sobre los bosques, en el contexto de las primeras señales del cambio climático y la globalización. Esta pasividad impulsó a un grupo de empresas, ambientalistas (incluyendo ONG) y líderes comunitarios comprometidos a unirse para crear un concepto revolucionario: un enfoque voluntario, basado en el mercado que permitiera mejorar las prácticas silvícolas en todo el mundo.


Todos opinaban que una de las soluciones debería ser trabajar a través de los mercados que estaban ocasionando las mayores emisiones y deforestación. La idea era ayudar al las empresas del sector forestal trabajando con ellas para establecer estándares robustos que abarcaran criterios ambientales y sociales, al tiempo que trabajar también para crear una demanda por parte de los consumidores a través de instruirlos sobre la obtención responsable de materiales. En última instancia, este enfoque todavía funciona y hoy resulta más relevante que nunca antes; una de las razones por la que estos activistas tienen en la mira al sistema FSC. A través de nuestro trabajo de más de 25 años, casi 230 millones de hectáreas de bosques están ahora bajo un manejo responsable.


Equilibrar las necesidades de los diversos actores interesados


Aun cuando el enfoque del FSC ha probado ser exitoso, los bosques siguen estando bajo presión, se han perdido o se les ha destruido, principalmente a través de la conversión para cultivos de productos básicos tales como aceite de palma, soya y cría de ganado. Sin embargo, también hay una mayor demanda de productos forestales para la población mundial en crecimiento. Esto incluye tanto a productos del sector forestal existentes como, por ejemplo, la madera sólida para la construcción, así como a los productos emergentes como la viscosa a base de madera.

Este es el contexto actual que conforma nuestro trabajo, desde aprovechar nuestra fundación del manejo forestal responsable hasta instrumentar plenamente el manejo forestal responsable. Estas influencias sustentan nuestra estrategia 2021-2026. En el transcurso del tiempo, el FSC ha aprendido de los desafíos de equilibrar las necesidades de todos los actores interesados, ha introducido nuevas soluciones y se ha ganado la confianza. Estamos seguros de que podemos seguir creciendo y aprendiendo, al tiempo que podemos mantener nuestra calidad y elevados principios y hacer que el FSC sea accesible para los propietarios de bosques. Queremos que la certificación sea una herramienta que cree impactos positivos en los bosques a escala.

Funcionar en países de riesgo elevado


A través de sus recientes reportajes sobre las deficiencias de los esquemas de certificación, los activistas están poniendo la mira en la Comisión Europea, ampliamente considerada como el líder global en el establecimiento de leyes ambientales. Están exigiendo reglas más estrictas para empresas de la UE que obtienen madera, en especial en países clasificados como de “riesgo elevado”, estén estos dentro o fuera de la UE.

Vale la pena recordar que el primer principio del FSC establece que las organizaciones deben cumplir las leyes nacionales e internacionales. Junto con los otros nueve principios, nuestros estándares van más allá de la legislación pero se basan, en última instancia, en el sistema nacional de controles. Es por esta razón que el sistema FSC es el que más se requiere en países de riesgo elevado donde los “sistemas de control forestal no funcionan adecuadamente.” El sistema también agrega transparencia a las industrias opacas, aunque todavía enfrenta una diversidad de problemas.


Consideramos que es nuestra responsabilidad seguir trabajado en los países de riesgo más elevado con el fin de ayudarles a mejorar en formas que sean localmente adecuadas. El FSC es un radar adicional, haciendo que de la transparencia y del involucramiento una norma que va más allá de las zonas certificadas.

Asumir la responsabilidad para mejorar el sistema


Lo que nos hace seguir adelante es saber que efectivamente mejoramos nuestros criterios para que reflejen de mejor manera la ciencia, así como nuestros distintos contextos operativos sociales y culturales. También estamos reconstruyendo la infraestructura de nuestro sistema de certificación para satisfacer las necesidades de la era de datos e información en tiempo real.


Todo esto es para gestionar el riesgo de que el sistema FSC se utilice de formas negativas. El progreso puede parecer lento en este mundo acelerado y complejo, en especial mirando de fuera hacia adentro. No obstante, a través de un dialogo respetuoso y abierto, los actores interesados pueden dar forma a nuestro sistema y a nuestras formas de trabajar. Este dialogo continuo crea un sentido de posesión entre nuestros actores interesados y garantiza que nuestro sistema sea práctico de implementar en el terreno, aunque no resulte fácil.

Respaldar leyes más estrictas


Nos damos cuenta también de que el sistema FSC opera mucho mejor cuando existen leyes estrictas y éstas se hacen cumplir en los distintos contextos en los que trabajamos. Además, como un sistema que se implementa en la totalidad de la cadena de suministro, también sabemos que debemos respaldar leyes más estrictas para las cadenas de suministro, tanto en el extremo de la oferta como en el de la demanda.

En países de riesgo más elevado que suministran madera y fibras, es en el interés propio que sigamos promoviendo controles más estrictos y elevando el listón. Esto, en última instancia, brinda a esos mercados de consumo ubicados al final de las cadenas de suministro la confianza que requieren para mantener una elevada confianza en los productos etiquetados FSC.


Al fin y al cabo, mejores leyes y un mejor cumplimiento de éstas en todos los países del mundo es lo que colocará a esta industria en igualdad de condiciones. Nuestras posiciones sobre las políticas de la UE del Pacto Verde tales como el Reglamento de la Madera de la Unión Europea, sobre la Deforestación y la Taxonomía son todos buenos ejemplos de cómo hemos expresado nuestro respaldo a esta agenda.

Incorporar una diversidad de voces para soluciones integradas


En el mundo complejo en el que funcionamos, las alianzas para acciones concertadas jamás habían sido tan importantes como ahora.


Como lo subrayó recientemente Chris Quine en su ponencia magistral en la conferencia Treescapes: “Necesitamos evitar la polarización y esforzarnos por conseguir soluciones integradas ante los desafíos globales.” Invitamos pues a estos activistas a que se unan también a nuestros esfuerzos por mejorar la certificación FSC sentándose a la mesa y aportando a un dialogo constructivo. Hay muchas maneras de incorporarse: participando en las consultas públicas de los estándares FSC, afiliándose y emitiendo su voto sobre las mociones que dan forma a nuestro sistema o registrando las deficiencias del sistema FSC a través del monitoreo de incidentes de Assurance Services International.


Juntos, seremos más fuertes para trabajar hacia el logro de todas nuestras metas para solucionar los urgentes problemas ambientales y sociales. Juntos, podemos trabajar en un enfoque diverso, apoyando y complementando la legislación y la gobernanza forestales en los ámbitos internacional, regional y nacional. Al fin y al cabo todos estamos trabajando hacia el logro de bosques para todos, para siempre.

#BosquesParaTodosParaSiempre