Uno de los hechos más importantes del recién pasado año 2022 reunió a Presidentes, Jefes de Estado, Ministros y negociadores, activistas climáticos, representantes de la sociedad civil y directores ejecutivos de empresas y organizaciones, en noviembre en la ciudad egipcia de Sharm el-Sheikh para el encuentro anual más importante sobre cambio climático, hoy en un escenario crítico dentro de un contexto de urgencia climática.

La 27ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) se orientó, como en las anteriores, a discutir medidas concretas para hacer frente a la emergencia climática, que incluyen desde la reducción urgente de las emisiones de gases de efecto invernadero, el fortalecimiento de la resiliencia y la adaptación a las consecuencias inevitables del cambio climático, hasta el cumplimiento de los compromisos de financiamiento de países desarrollados, frente a daños como consecuencia climática en países en vías de desarrollo.

Varias reacciones durante y al cierre de la Conferencia apuntan a la declaración “la brecha entre donde debemos estar y donde estamos en materia de emisiones de gases de efecto invernadero, derechos humanos y equilibrios geopolíticos es más grande que nunca(https://theconversation.com/cop-27-siete-logros-ocho-problemas-y-una-gran-decepcion).

No obstante el acuerdo final de la COP27 no logró la ambición que pretendía, destaca la creación de un Fondo para Pérdidas y Daños, que contribuirá a los objetivos de adaptación al cambio climático, particularmente en países en vías de desarrollo.

Así también destacamos la invitación a las Partes a que consideren acciones basadas en los océanos y bosques, es decir, se insta a considerar acciones basadas en la naturaleza o enfoques basados en ecosistemas. Por tanto, Las soluciones basadas en la naturaleza (SBN) jugaron un rol importante en las discusiones de la COP27. En este sentido, existe consenso en torno a que los bosques tienen un rol fundamental que desempeñar como un aliado para ayudarnos a combatir los efectos del cambio climático. En este sentido, el director general del FSC internacional, Kim Carstensen, lanzó oficialmente la Coalición Climática FSC en el contexto de la COP 27, un nuevo esfuerzo que convoca a distintos sectores y diferentes voces a formar parte de la Coalición para abordar el rol que bosques y estándares como el FSC, desempeñarán en el combate al cambio climático, donde el FSC busca asegurar que Pueblos Indígenas, comunidades locales, pequeños propietarios y administradores forestales se beneficien por participar en la certificación y en el creciente mercado del carbono.

La Coalición Climática FSC reconoce los nuevos desafíos que nos convocan y su rol será entonces, ser una plataforma multisectorial de alianzas para crear y probar soluciones climáticas cuyo origen esté en los bosques. La meta de la iniciativa es convertir las ideas en acciones reuniendo a socios desde diversos puntos de la cadena de valor, como son los desarrolladores de proyectos, corporaciones, inversionistas, los estándares de carbono, representantes de pueblos indígenas, de la sociedad civil y entidades de investigación.

La manera de abordar la complejidad de la certificación, la contabilidad de carbono, los créditos de carbono y los derechos de carbono será el primer tema principal de la Coalición Climática FSC, que comenzará a congregarse formalmente a principios de este año 2023.

Este espíritu de alianza que promueve FSC esperamos se haya reactivado en cada uno de los actores mundiales que se han comprometido en la lucha contra el cambio climático.

La COP27 buscó renovar la solidaridad entre los países para cumplir el histórico Acuerdo de París, que se adoptó en beneficio de las personas, de la biodiversidad y del planeta. Debemos perseverar en el esfuerzo por abordar la responsabilidad que a todos nos toca en el cumplimiento de este histórico acuerdo, como ciudadanos y organizaciones responsables.